Después de un año de aprobarse las bodas homosexuales en Suecia, se intenta ocultar el fracaso de la medida: sólo se han celebrado 48 frente a 20.000 matrimonios. Detrás de esta ley, como detrás de la actual mejicana está la presión del lobby gay según ha declarado Juan Sandoval:
Marcelo Ebrard, jefe del gobierno y organismos internacionales sobornaron a ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación a fin de que declararan constitucionales los matrimonios y las adopciones gay. En Brasil la parada La Folhade Sao Paulo, es apoyada por las máximas autoridades del país que no dudan en acudir a ella anualmente: alcaldes y exalcaldes, representantes de sindicatos sin faltar la escandalosa ayuda financiera y logística de los gobiernos federal y estatal, de las municipalidades y empresas públicas y de la retransmisión por el canal más visto del país: Red Globo TV.
Esta minoría sexual cuantitativamente insignificante saca su fuerza del apoyo de los medios informativos, del dinero público y de los políticos izquierdistas ligados ideológicamente con ella. ¿Para cuándo veremos semejante movilización en la lucha contra el terrorismo, la droga, la prostitución, la pérdida de poder adquisitivo de los pensionistas, en el desempleo o el aborto?
Clara Jiménez