Sr. Director:
Con respecto a su Enorme Minucia de ayer (sobre las declaraciones de Monseñor Sebastián), me gustaría hacer algunas aclaraciones:
Efectivamente, el Ideario completo del Partido Familia y Vida es obra mía en su totalidad; no lo digo por presunción, es que no conseguí engañar a nadie más para que me ayudase a redactarlo. Puedo asegurar que dicho ideario es totalmente compatible con el cristianismo evangélico y que defiende a la perfección los cuatro principios no negociables que establece Benedicto XVI.
Efectivamente, desde hace tiempo ya no milito en Familia y Vida debido a razones de organización política de este partido y a mi deseo de actuar en política confesando expresamente mi fe católica; pero sigo suscribiendo plenamente su ideario.
Efectivamente, me he presentado como número tres en la candidatura de Alternativa Española al Ayuntamiento de Madrid (antes Excelentísimo y ahora sólo Madrid); pero lo he hecho en mi condición de independiente, ya que no estoy afiliado a AES. Las razones para este proceder son varias: por una parte suscribo el programa de AES y su vocación de llevar los valores cristianos a los foros políticos; pero no quiero vincularme a ninguna formación política, para que quede claro que mi intención es seguir defendiendo los mismos principios que cuando fundé, junto con otros cuatro ciudadanos, Familia y Vida, y no parezca que busco un medro político.
Soy consciente de que con esta postura le hago competencia a Familia y Vida; y no es por mera casualidad: considero que hoy en Madrid el Partido Familia y Vida no cuenta con la estructura necesaria para defender su proyecto político... de hecho en el último año ha permanecido prácticamente inactivo. Por lo tanto, para defender hoy en Madrid los cuatro principios no negociables, el voto a Familia y Vida es un voto desperdiciado, mientras que el voto a AES es un respaldo esperanzador a los principios cristianos.
Espero que para los siguientes comicios ambas formaciones, y otras más, presenten conjuntamente sus candidaturas para defender en la vida política los principios cristianos, que son los que han construido occidente.
José Alberto Fernández
jalbertofl@terra.es