Si el Gobierno cede, se modificaría todo el mapa audiovisual español. Polanco quiere cobrar sus servicios electorales al Zapaterismo con una modificación de las condiciones en las que se otorgó Canal . Prisa insiste en que el Ejecutivo no conceda más licencias de televisión en abierto, que, en buena lógica, beneficiarían a Vocento y a El Mundo
Además de insultar a los periodistas electrónicos, el consejero delegado del Grupo Prisa-Sogecable , Juan Luis Cebrián, le ha dicho al Gobierno Zapatero que la reconversión del Ente público RTVE, así como la concesión de nuevos canales, no deben incluirse en la futura Ley General Audiovisual, que prepara el Departamento todopoderoso del ministro de Industria, José Montilla.
Ahora bien, ¿qué le va a Janli Cebrián en todo esto? Le va la vida. Y es que Polanco se está cobrando el apoyo al Partido Socialista, especialmente el apoyo prestado en vísperas del 14-M. Así, el principal objetivo del editor más importante de España es que el Gobierno no conceda nuevas licencias de televisión en abierto y que, al mismo tiempo, Canal se convierta, precisamente, en una televisión en abierto. Para ello, es necesario que el Gobierno modifique las condiciones de la licencia otorgada en 1989 y renovada en 1999. Se trata de que Canal pueda emitir en abierto hasta veinte horas y no las seis actuales. La verdad es que Canal le ha reportado dinero a Polanco, pero no influencia. Además, las dos televisiones en abierto, Tele 5 y Antena 3 TV, no hacen más que ganar dinero y don Jesús quiere participar del pastel.
Por otra parte, si el Gobierno hiciera lo lógico, es decir, ampliar el número de televisiones en abierto que se pueden contemplar en España, lo previsto es que Veo-TV y Net-TV ( Vocento y Recoletos-El Mundo ) levantaran la mano. A fin de cuentas, ambos han sido concesionarios de una televisión de alcance nacional y en abierto, pero digital. Y resulta que la televisión digital, como la radio digital, no es que haya sido un fracaso, es que, simplemente, no existe, salvo en el reducidísimo porcentaje de población que ha tenido el capricho de comprarse terminales de radio y televisión. El apagón analógico dura más de lo esperado.
Así, se entiende que Polanco haya filtrado que no desea hacerse con un canal de RTVE. Desde luego, lo que no desea es lidiar con una plantilla de 10.800 personas cuando puede hacer una televisión con 500 empleados.
La respuesta del Gobierno ha sido clara: Lo que usted diga, don Jesús, siempre que recuerde que no tenemos mayoría absoluta y que debemos pactar con nuestros socios, especialmente con el Tripartito catalán. ¿Les interesa a don Pascual Maragall y a los independentistas catalanes de ERC, tan contentos con su televisión autonómica, que haya más canales de alcance nacional? La respuesta es nunca jamás. Esa es la razón por la que Polanco juega a todas las bandas. Juega también a Localia, su red de televisiones de canales locales, donde lleva invertidos más de cien millones de euros. Aquí, también Polanco quiere cobrarse su apoyo a Rodríguez Zapatero. Así, como ya hemos informado, le exige que le levante las restricciones de cobertura a su red de televisiones locales, así como las limitaciones para emitir en cadena. Lo mismito que Berlusconi hizo en Italia, hasta que consiguió su objetivo : Unificar la programación de su red de televisiones locales hasta construir tres grandes canales de cobertura nacional.