El pacto PSE-PP vasco contemplaba una especie de amnistía al entramado público vasco. Era una especie de concesión al PNV que se había enquistado en una maraña de empresas y fundaciones. No se tocaba esa tela de araña y el PNV garantizaba una transición pacífica. Pero pasado un tiempo, hay que meter la tijera. Sobre todo porque a pesar del concierto, el País Vasco también sufre la crisis. No hay dinero. Así que López y Basagoiti han decidido meterle mano a la 'cosa'. Y ahora sí que el PNV se pone nervioso: se le acaban las poltronas a PNV, SA. Así que la oferta de Erkoreka no es aprobar las cuentas del Estado a cambio de más autogobierno en el País Vasco, sino proteger su feudo a cambio de sus siete diputados. Ese es el verdadero acuerdo.
Andrés Velázquez
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