En el Ruedo Ibérico de Antena 3, el presidente del PP de Cataluña, Josep Piqué, decía que no sabía si el presidente de su partido, Mariano Rajoy, había sido informado sobre el anuncio del presidente del gobierno de convocar a los partidos a consultas en junio para hablar de diálogo con ETA. Y al hilo de ello, sobre el referéndum en Montenegro opinaba que no hay que establecer mucha relación, y que el gobierno vasco intente aprovecharse de esta situación para sus fines, me parece comprensible, no razonable. Pero que el PSE intente sacar tajada de esta situación, me parece incomprensible. Pero estamos hablando de dos realidades que nada tienen que ver. Montenegro es la culminación del proceso de desintegración de una fórmula llega desde Tito. Pero en la práctica Montenegro ya estaba prácticamente independizada.
Para Piqué, del acuerdo entre Zapatero y Mas sobre el estatuto en Las Cortes generales, ha salido un bodrio jurídico. Se pactaron tres cosas: que se iban a poner de acuerdo, que al resto de fuerzas políticas ni agua, y que había que propiciar unas elecciones anticipadas en Cataluña para promover una alianza entre CiU y el PSC. Pero aparentemente, Maragall no está por esa labor ni el PSC termina de verlo claro.
Piqué ha destacado que detecta en la ciudadanía catalana un enorme cansancio e irritación por el espectáculo que se ha dado.
Y sobre el lema escogido por el PSC para su campaña en favor del estatuto catalán, ha afirmado que es inmoral e indigno y dice muy poco de la capacidad intelectual de quienes defienden el estatuto. Lo lleva haciendo mucho tiempo el PSC y lo lamento. Ya hemos hecho todo lo que teníamos que hacer y no vamos a caer en la provocación y vamos a seguir explicando las razones de nuestra negativa al estatuto que creemos que no es bueno para Cataluña.