El Tribunal Constitucional evitó que fueran a prisión por el caso Urbanor, pero esta subtrama puede ser más nociva para sus intereses que el caso principal. Se les acusa de falsedad en documento, estafa procesal en grado de tentativa y denuncia falsa. La Audiencia Provincial de Madrid no sólo juzgará a los primos, sino también a los abogados Ramón Hermosilla e Ignacio Peláez, así como a tres implicados más

Alberto Cortina y Alberto Alcocer afrontan desde la mañana del martes 20 otro frente judicial. Aunque el Tribunal Constitucional, en un fallo que provocó las iras hasta del fiscal general del Estado, Cándido Conde Pumpido, les ha librado de ir a la cárcel, ahora se enfrentan al caso de la Carta Falsa.

Vamos: el caso Urbanor se divide en una trama y una subtrama. La trama consiste en que el Tribunal Supremo condenó a los Albertos por engañar a sus socios, el constructor Julio Sanmartín y el arquitecto Pedro Sentieri en el precio del inmueble. Por esta razón, el Tribunal Supremo condenó a los Albertos. Eso sí, no entraron en la cárcel por el precitado fallo del TC, para quien el delito había prescrito.

Ahora bien, también hay subtrama: cuando pintaban batos en el Supremo, de repente aparece una carta enviada por Santieri a Sanmartín, en la que ambos se conchababan para engañar al Tribunal. La carta apareció en el buzón de Gloria Álvarez Aguarón, hija del fallecido periodista Cándido, y en ella intervenían los hermanos Arnáiz -Francisco Javier y José María- que ahora nada quieren saber con los Albertos. Pues bien, la policía demostró que la carta era falsa y el titular del Juzgado número 11 de Madrid acusa ahora a los Albertos, a sus abogados, Ramón Hermosilla e Ignacio Peláez, así como a Aguarón y a los Arnáiz de diversos delitos. En el caso de los primos, de falsedad en documento, intento de estafa procesal y acusación falsa. La acusación particular pide ocho años de cárcel y la Fiscalía también se ha apuntado al sector duro, especialmente tras el cabreo del fiscal general del Estado.

El 30 de mayo se les comunicará el auto y la Audiencia de Madrid fijará fecha para el juicio oral. Si fueran condenados, y a pesar de su edad, los Albertos podrían entrar en prisión, no olvidemos que están condenados por el caso Urbanor.