Sr. Director: 

Vivimos en un país en que cualquier atropello se presenta como comportamiento normal. El señor Peces Barba es socialista y nadie le puede limitar este derecho en una sociedad democrática. Pero la decencia política y la seriedad universitaria impiden en cualquier país europeo que un rector tome parte activa de una campaña electoral.

El señor Peces Barba no sólo tiene abandonadas sus funciones de rector, sino que, al mismo tiempo, compromete a una universidad pública con su compromiso partidista en las batallas políticas. ¿Cómo es posible que los periodistas silencien esta falta de seriedad?

Juan Díaz Gil

juandiazgil@hotmail.com