Lo cierto es que el vicepresidente segundo y ministro de Economía del Gobierno Zapatero, Pedro Solbes, se ha cargado la ley de Estabilidad Presupuestaria por las presiones de los nacionalismos, y especialmente del nacionalismo independentista de Esquerra Republicana de Cataluña (ERC). Para probar su presupuesto de gastos (que eleva bastante el gasto público), Solbes se ha visto obligado a conceder que las autonomías tengan un margen para gastar o endeudarse más en determinadas circunstancias. En otras palabras, ha abierto la puerta que el Partido Popular, dejó más que cerrada.

 

Como los periodistas son "un poquito cabrones", inmediatamente se le preguntó qué significaba la "autolimitación", es decir, la propuesta de los independentistas catalanes, según la cual no hay que obligar a las comunidades autónomas a un límite de gasto, sino permitir que sean éstas las que, por propia responsabilidad, controlen sus gastos.

 

Y entonces Solbes se tiró en plancha. Puso como ejemplo el sistema europeo del Plan de Estabilidad, donde se establece una horquilla dentro de la cual cada Estado miembro puede moverse. Podía haber puesto cualquier otro ejemplo, pero cometió el error de haber puesto justamente ese. Porque él fue el encargado de vigilar el Plan de Estabilidad europeo y sabe perfectamente cómo le tomaron el pelo franceses y alemanes. Y es que la "autolimitación" es muy poco limitativa.