Según las encuestas, el 65% de los jóvenes españoles está altamente preocupado por la crisis mundial, mientras un 60% no se interesa por la religión.
Si lo material prevalece sobre lo espiritual es, tal vez, porque nuestra Iglesia Católica no logra comunicar con esta franja de población.
La publicidad funciona, y muy bien, a la hora de mover las conciencias. El éxito de la campaña a favor de la vida con la imagen de un lince, ha sido superado a la hora de beneficiar a la Iglesia en el impreso de la renta, logrando medio millón de nuevas adhesiones. También en Fénix (EEUU), 4 spots publicitarios han conseguido que casi 100.00 personas vuelvan a la práctica religiosa católica en esa diócesis. El mensaje de Jesús es tan nuevo como su evangelio y su propuesta rompedora: hacer la voluntad de Dios es el único medio para conseguir el reino eterno de felicidad en el que todas las aspiraciones serán satisfechas.
Pero un premio necesita un esfuerzo y es en la Iglesia donde encontramos la guía y la fuerza espiritual para alcanzar esta meta sublime.
Sin Dios, en cambio, la vida acaba en el precipicio infinitamente, pero que el de la crisis financiera.
Clara Jiménez
clarajim33@gmail.com