La homilía de José Ignacio Munilla, nuevo obispo de San Sebastián merece ser leída. Ha respondido con ironía a los insultos de los políticos nacionalistas.

Y también queda claro que los vascos dan lo mejor de sí mismos fuera de Euskadi. Los castellanos de Palencia están encantados con su obispo vasco porque les habla de Dios, que no es mala norma para un sacerdote.

Tercera cuestión. Los católicos de San Sebastián han recibido alborozados a su nuevo obispo, un cura tan raro que habla de Dios. Por el contrario, muchos curas donostiarras le han enseñado las uñas antes de llegar. ¿Curioso, no?  

Eulogio López

eulogio@hispanidad.com