Estoy oyendo comentarios sobre lo mal parados que salimos -otra vez más- en el informe PISA; pero en ninguno se habla de la causa principal del fracaso: la indisciplina generada por unas cuantas leyes socialistas.
Y, ¿cómo se podría corregir esta indisciplina? Por la escasez de tiempo y espacio, lo diré en plan telegráfico:
1. Suprimiendo las liberaciones sindicales y similares. Si los liberados impartiesen clases, aunque tuviesen alguna reducción para reuniones, etc., la realidad les haría ver que están equivocados. Al sufrir en sus propias carnes las consecuencias del fundamentalismo ideológico de la mayoría de ellos, no apoyarían el tipo de leyes que nos han llevado a esta situación. Esta medida, además, supondría un gran ahorro para el contribuyente.
2. Lo dicho anteriormente también sería aplicable, en gran parte, a los pedagogos y psicólogos. También esta medida supondría un gran ahorro para el contribuyente.
3. Que se exija a los alumnos la superación de una prueba externa para ingresar en la etapa siguiente a la que acaben de cursar. Observación: No digo reválidas, aunque tal vez fuese mejor, porque, en las circunstancias actuales, no veo que haya políticos que se atreviesen a hacerlo.
4. Que se pueda elegir estudios de FP -una FP de calidad- a partir de los 14 años y que, al mismo tiempo, se establezca una tercera vía (oficios, preparación para la vida, etc.) para aquellos alumnos que no quieran estudiar nada. El paso de un tipo de formación a otro debería estar siempre abierto, pero con la condición de superar el correspondiente examen de ingreso.
5. Simplificación y clarificación a tope de la legislación educativa. Ir a lo fundamental.
6. Agilización al máximo del procedimiento de sanciones. Todo lo contrario de lo que exigía la ley de Derechos y Deberes de los Alumnos de hace años, que generó unas malas inercias que aún seguimos padeciendo. ¡Es asombroso que apenas se recuerde esta ley, cuando, posiblemente, haya sido la peor de todas!
7. Que en los criterios de admisión cuenten el comportamiento y el expediente.
8. Que los alumnos de bachillerato que no aprovechen el tiempo, sin causa justificada, corran con los gastos de su enseñanza; es decir, seguir una línea contraria a la seguida hace años por Chaves y, más tarde, por Mercedes Cabrera y Gabilondo.
Si se consiguiese tener en los centros una disciplina similar a la que había antes de que se implantasen leyes como la LODE, la Carta de Derechos y Deberes de los Alumnos y la LOGSE, estoy seguro que muchos de los profesores que se jubilan anticipadamente no lo harían (siempre que se mantuviese, de forma clara, la posibilidad de jubilarse a los 65). Otro ahorro para el contribuyente.
Vicnuel Sánchez González