Sr. Director:

El trasvase de agua del Ebro de Cataluña hacia Valencia, Murcia y Almería, tan necesario para el desarrollo de nuestras tierras, fue derogado de una manera lamentable por el gobierno Zapatero, que prefirió ceder a las exigencias de sus socios, los independentistas catalanes de Carod-Rovira.

Pero no contentos con ello, ahora anuncian un insólito plan para trasladar agua desalada de Almería a Cataluña en barco. La situación roza lo esperpéntico. Por una parte, se tiran al mar sin ningún provecho millones de metros cúbicos de agua dulce en la desembocadura del Ebro en Cataluña. Y por otra, se gastarán cantidades ingentes de energía y dinero en convertir agua del mar en dulce y trasladarla casi mil kilómetros en barco a Cataluña.

Me parece lamentable que el Gobierno anteponga sus componendas políticas con grupos radicales al interés general y al uso racional de los recursos.

Juan Sánchez Manrubia

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