"La noticia es falsa, España no está en riesgo ni ha solicitado la ayuda ni lo está estudiando; no ha habido ningún tipo de gestión ni contacto ni planes". No obstante, tras el desmentido, la confirmación. Ojalá siga siendo así; trabajamos para no tener que hacer uso de ese fondo. Es decir, el riesgo está encima de la mesa. Y no parece creíble que nadie en Economía haya planteado un eventual escenario. Haberlo haylo, aunque sea a nivel de subsecretario.
De nuevo la prensa internacional vuelve a plantear que España ha solicitado un rescate financiero. Normal porque tenemos que devolver 600.000 millones de euros, el Gobierno reconoce que hemos perdido credibilidad frente a nuestros acreedores y ni el presidente del BBVA, FG, se atreve a afirmar con rotundidad que seamos capaces de terminar el 2011 con un 6% de déficit. Sencillamente, no se lo cree. Somos un gran país y tenemos que aprovechar para meter la directa en esta crisis para hacer las reformas necesarias, responde. Pero no se atreve a afirmar con rotundidad que España cumplirá con sus compromisos presupuestarios.
Porque nadie se los cree. España ha presentado algo entendible. Recorte de pensiones y del sueldo de funcionarios. Pero siguen sin definir el recorte inicial de los 50.000 millones de euros. ¿De dónde va a salir? De los primeros 5.000, 1.500 provenían del fondo de continencias. Es decir, una sonora tomadura de pelo. ¿Y el resto? Nadie lo sabe, tampoco el Gobierno. Aunque ya hay quien afirma con contundencia que el primer corte de pelo ha estado bien, pero que hace falta más. Mucho más. Aquí sí que están de acuerdo Santander y BBVA. ¿Será porque ambos están sobrecomprados de deuda española comprada a golpe de teléfono?
Así que las dudas están encima de la mesa. Y la prensa internacional vuelve a publicar la especie de que España ya ha reclamado ese rescate financiero. Ocaña lo desmiente: ni se ha planteado, ni se ha estudiado, nada de nada, desmentido rotundo. Pero agrega: Ojalá no sea necesario acudir a ese fondo porque eso significaría que hemos hecho bien lo que teníamos que hacer; estamos trabajando para no tener que hacer uso de ese fondo. Es decir, el riesgo existe. A Ocaña le faltan dos tardes de medios de comunicación.
Por lo demás, sí, es verdad, Alemania y Gran Bretaña nos tienen manía. Pero ese no es el problema. El problema no es que nos crucifiquen mediáticamente. El problema es que tienen motivos para hacerlo: nuestros ingresos públicos han caído a plomo, y nuestro gasto estructural permanece casi intacto mientras que el sector privado se ha ajustado de manera severa. ¿A qué espera? Las asignaturas más importantes son los ayuntamientos y las CCAA. Y aquí hace falta voluntad política y a ser posible, consenso. Malos tiempos para la lírica. No hemos solicitado el rescate financiero. Todavía, viene a sugerir Ocaña, aunque a buen seguro que los técnicos de Economía ya han hechos sus previsiones.
Andrés Velázquez
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