En el mismo ámbito, el presidente de la CECA advierte que la obra benéfico social (el llamado dividendo social de las cajas de ahorros, que no tienen accionistas) ha pasado de 54 millones en 1977 a 1.200 millones de euros durante 2003. Incluso durante la última década, con alguna excepción, también ha aumentado el porcentaje de beneficio dedicado a OBS, que ahora se sitúa en el 27%. La única pega que hay que interponer a la espléndida obra social de estas entidades (que dedican a OBS lo que los bancos reparten entre accionistas) es que se ha producido un cambio: antes la obra era más social, ahora es más cultural. Para ser más exactos, la OBS financia hoy mucha cultura-espectáculo, no pocas veces ligada a los caprichos del Gobierno autonómico de turno.

Otro peligro para la OBS es que su volumen relativo se vea afectado por la irrupción de la figura de las cuotas participativas que, además de ser un instrumento para quienes pretendan la privatización paulatina de las cajas de ahorros.