- No obstante, el presidente de EEUU reconoce ser "gran admirador" del Papa.
- Aunque precisó que "esto no significa que estemos de acuerdo sobre todos los temas".
- También afirmó que el Pontífice "no se limita a proclamar el Evangelio: él lo vive".
La anécdota del encuentro tuvo lugar inmediatamente después, cuando ambos pasaron a una sala a departir, y el presidente estadounidense le indicó al Papa, extendiendo el brazo, que podía sentarse... ¡en su escritorio del Vaticano! Lo que demuestra cuán acostumbrado está Obama a mandar y lo poco que sabe de protocolo. Cuestiones ambas que pueden interpretarse como rasgos de prepotencia...
A partir de entonces, durante más de 40 minutos estuvieron charlando ambos, con la ayuda de dos intérpretes.
Al concluir el encuentro que se realizó en la Biblioteca, hacia las 11 y 20 de la mañana, ambos se saludaron con gran cordialidad mientras un número enorme de fotógrafos y operadores de la televisión inmortalizaban el momento.
Aún no ha trascendido ninguna comunicación oficial sobre los temas tratados.
Antes de su visita al Papa, Obama declaró en una entrevista que el Papa "no se limita a proclamar el Evangelio: él lo vive" y reconoció "su empeño por la justicia social y su mensaje de amor de compasión por las personas, especialmente las más pobres y vulnerables". "Estoy ansioso de escuchar las ideas del Papa sobre cómo podemos vencer nuestro desafío" en la lucha contra la pobreza.
"Llego a Roma para escucharlo", añadió. Y destacó del Papa su "coraje para hablar sin pelos en la lengua sobre los desafíos económicos y sociales más grandes" aunque, precisó, "esto no significa que estemos de acuerdo sobre todos los temas". Eso seguro: por ejemplo, en la promoción del aborto por todo el mundo que impulsa EEUU.
Andrés Velázquez
andres@hispanidad.com