La tesis es muy clara: si un Estado no emite moneda está condenado a pagar lo que debe, su deuda, con exacciones a los ciudadanos, una verdadera extorsión al sector privado, a empresas y particulares.
Ahora bien, ¿no es acaso eso la situación en la que vive España y todos los países miembros de Eurolandia? Y ya puestos a preguntar, aunque eso se lo plantee Manso: ¿De que nos ha servido la entrada en el euro? En España se han homologado los precios, pero no los salarios con los países de nuestro entorno, es decir, que seguro que cobrando menos y todo aquello que valía 100 pesetas en 2002 pasó a valer 166.
¿Seguro que expulsar a un país del euro es un castigo? Es cierto que, con ocho años de historia, la salida es más compleja, pero no obstante, conviene leer a Manso un par de veces.
Eulogio López
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