No es fácil hacer un Gobierno: hay que saciar las ambiciones de muchos colectivos. Pero, además, ocurrió lo de Jesús Caldera, algo de lo que ya había advertido Hispanidad el pasado miércoles. El amigo, el hombre que trajo a Madrid al matrimonio José Luis-Sonsoles, al que ZP había prometido una Vicepresidencia cuando llegaran al poder. Sólo que el 14 de marzo de 2004, ZP se encontró con que había conseguido lo que nunca había soñado: ganar las elecciones, gracias a la masacre colectiva del 11-M. Entonces rectificó, y nada más cerrarse las urnas le dijo a Caldera que no sería vicepresidente: necesitaba una mujer para la cuota y un hombre de prestigio para Economía.
Una historia paralela a la de Trinidad Jiménez. No olvidemos que, hasta la retirada de Felipe González, ZP sólo era, en el seno del PSOE, el miembro más anodino del Grupo de la Trini, que encabezaba Trinidad Jiménez y vicelideraba Jesús Caldera. Pues bien, ahora ZP, ganador, por primera vez, de unas elecciones sin ‘peros', no quiere saber nada con sus modestos orígenes: no ha tolerado que Caldera le exigiera su parte del botín, le ha echado y le ha enviado a un laboratorio de Ideas (y van...).
Precisamente a don Jesús, que no se ha caracterizado nunca por su papel de intelectual. En cualquier caso, el cese de Caldera obligó a que Magdalena Álvarez, la casi-reprobada ministra, se mantenga en Fomento, premio, sin duda, a la eficiencia, al igual que Miguel Ángel Moratinos, que permanece en Exteriores, o Bernat Soria, en Sanidad. Cuanto peor lo hago más me aplauden, que diría John F. Kennedy.
Y luego la cuota catalana: Celestino Corbacho –conocido en Cataluña como ‘Corvachov' por lo mucho que manda- es otro charnego convertido en ministro de Trabajo, que forma parte de la cuota catalana del PSC, ‘alter' ego de José Montilla y hombre que mantiene buenas relaciones con CIU. ZP es tan ignorante como listo, y se ha fijado dos objetivos: que le sigan votando las mujeres –el voto femenino es el que mantiene al PSOE en el poder- y el social-nacionalismo, la alianza con los nacionalistas catalanes, vascos, gallegos y navarros... que aísle al PP. Así que busca un pacto en Cataluña y en Madrid, esta vez con los moderados de CIU, no con los radicales de ERC. Si lo consigue, sueña con estar en Moncloa más tiempo que González. Chacón y Corbacho son dos buenos elementos para el doble pacto social-nacionalistas con los catalanes: interno, con el PSC, y externo, con CIU.
Las exigencias de Caldera obligaron, no sólo a modificar todos los planteamientos sino a pechar con el responsable de Justicia, Fernández Bermejo, un verdadero desastre, que se atrevió a retar a ZP –"Estaré encantado de seguir ejerciendo esta función"-, y que el presidente no ha tenido más remedio que aceptar de nuevo sino quería crear más disensiones y hacerle pasar por Mariano el Breve.
Rubalcaba: otra bofetada. ‘Rasputín' quería convertirse en vicepresidente, con control sobre Interior y Justicia más la portavocía del Gobierno, sin duda el puesto que otorga un mayor predicamento y poder social. Respuesta, en público, de ZP: "Convencer a Alfredo de que seguía no será la tara más difícil". O lo tomas o lo dejas, Alfredo. Lo ha tomado.
Otra gestión desastrosa y sectaria: la de Mercedes Cabrera en Educación. A ZP le encantan las mujeres progresistas y millonarias, aunque sea por ese orden.
En cualquier caso, ante la crisis económica, que nadie sabe cómo va a gestionar, ZP lo deja todo en manos de Pedro Solbes, el hombre que tranquiliza a los mercados y que incluso los duerme. Al vicepresidente económico le podemos comparar con el hombre de la parábola evangélica, al que su Señor dejó un solo talento, moneda con la que no negoció pero que devolvió intacta.
Solbes es un buen administrador y un gestor eternamente cruzado de brazos. Se le puede confiar la dirección de la economía en tiempos de bonanza, y ha sabido aumentar el superávit público. En definitivo, un bien administrador económico para tiempo de vacas flacas, pero un gestor poco cualificado para tiempos de crisis.
La presentación pública del nuevo Gobierno se hizo bajo el triple mensaje de Zapatero: "Igualdad de derecho para las mujeres, innovación y lucha contra el cambio climático". Traducido: feminismo, embriones y molinillos".
La primera en la frente: ya no es un Gobierno paritario, sino que hay incluso más mujeres que hombres. Esto es importante. Y ese 9 a 8 a favor de las féminas ha obligado al nombramiento de toda una experta en flamenco, Bibiana Aído, para el nuevo Ministerio de la Igualdad, todo un síntoma, cuando desaparece Medio Ambiente". Más feminismo: ZP se muestra muy orgulloso de haber sido quien ha nombrado a la primera mujer ministra de Defensa, en la persona de Carmen Chacón.
Quizás el presidente no ha caído en la cuenta de que enorgullecerse de ser el pionero, el que ha tenido valor para nombrar a una mujer como máximo responsable de las Fuerzas Armadas es una forma, injuriosa, de llamar machistas a los militares. No hay problema: el Ejército español está en práctica disolución y es, hoy por hoy, el Ejército de la OTAN más sumiso a las decisiones políticas, por muy absurdas quesean. No sólo obedecen sin rechistar -eso es bueno- sino que han renunciado hasta a su libertad de expresión –eso es malo-.
Innovación: el recuperado Ministerio de Ciencia y Tecnología. Fichaje estrella el de la ambiciosa Cristina Garmendia, la amiga del nuevo titular de Industria, Miguel Sebastián. Garmendia no es una investigadora, sino una empresaria, especialista en gestionar la investigación de moda: la biogenética. De hecho, estudió un MBA en el IESE. Nadie como ella sabe cazar subvenciones. Su empresa, Genetrix, trabaja con células madre adultas, no porque, como ella misma dicen y sus colaboradores opinan, considere inmoral el uso de embriones humanoscomo cobayas de laboratorio, sino porque las celulas adultas son más eficientes.
Y es que lo de Bernat Soria, elevado pero ZP a la categoría de ministro de Sanidad, se ha demostrado un enorme bluff, una tremenda estafa. No se trata solo de que resulte inmoral –dejemos la ética aparte- es que la utilización de células embrionarias no ha curado ni un resfriado y, por contra, ha provocado tumoraciones y rechazos. Eso sí, ha hecho millonario a Bernat Soria y le ha convertido en ministro. Ahora, con Garmendia, Zapatero trata de rectificar sin rectificar. Al menos, eso sí, la empresa de Garmendia, Genetrix, utilizando células-madre adultas, ha conseguido un tratamiento en fase III, contra las fístulas anales, una derivada de la enfermedad de Crhon.
Cambio climático. Hasta ahora, ZP ha apostado por la molinillos y por la energía solar. Con ello, no ha asegurado el suministro, pero se ha gastado el dinero de los impuestos de los españoles en engordar la cuenta corriente de algunas grandes familias, como los Entrecanales, y de algunas grandes empresas, como Iberdrola. Justo cuando toda Europa gira hacia la energía nuclear, la única que puede detener el calentamiento global y asegurar el suministro. Pues bien, durante la campaña electoral ZP volvió a fotografiarse ante paneles solares, pero, en el discurso de Investidura, soltó de pasada una idea que ha quedado colgada en muchas mentes: ¿Energía nuclear? Lo que diga Europa.
Recuerden: feminismo, innovación y cambio climático. Un Gobierno para durar.