La guerra televisiva entre el Partido Popular y el Partido Socialista continúa. Y cada vez la batalla es más amarga. El último episodio tuvo lugar en la sesión del Consejo de Administración de Telemadrid, celebrada el pasado lunes 27.

Como se sabe, Telemadrid se ha convertido en el primer objetivo a batir por los hombres de Rodríguez Zapatero porque, ahora mismo, representa el único bastión televisivo de cierta importancia con el que cuenta el Partido Popular. Una vez consumada lo que en Génova llaman la traición de Lara, consistente en que el editor de Planeta no apoya a los populares en Antena 3 TV, el PSOE se siente a las mil maravillas con Tele 5 y, naturalmente, controla Radio Televisión Española y dispone del apoyo entusiasta del grupo Polanco.

Pues bien, los socialistas han tomado como siguiente objetivo conseguir el cese o la dimisión de Manuel Soriano, director general de Telemadrid. Por de pronto, aseguran que Soriano presentó al Consejo unas cifras que hablan de 88,3 millones de euros de ingresos durante los ocho primeros meses del año, frente a unos gastos de 94,5 millones de euros. Eso significa que de no corregirse la situación la Comunidad de Madrid deberá aportar 6,2 millones de euros a final de año. Ahora bien, en defensa de los gestores hay que decir que la asignación presupuestaria se ha mantenido congelada durante el presente año, ni tan siquiera se ha actualizado el IPC.

Los socialistas atacan también por otra vía. Por ejemplo, con la emisión de la teleserie Capital, diaria y con un coste de 50.000 euros por capítulo. De ello es beneficiario José Velasco, un antiguo socio de Zeppelin, productora vendida en su día a Gestmusic. Se da la circunstancia de que Velasco también cobra el alquiler del Teatro Alcalá para el espacio Alcalá Club, que sale por los 80.000 euros unidad. Lo cierto es que tendría que ser Velasco quien pagara a Telemadrid, dado que no se hace otra cosa que publicitar el espectáculo Cabaret (que tiene tanto de espectáculo como de espectaculo).

Cómo no, entre los proveedores de Telemadrid se encuentra el inevitable Jorge Sánchez Gallo, que ha conseguido prorrogar el espacio vespertino que dirige Marta Robles. Esa es otra. Mientras el matutino que presenta Belinda Washington (Abierto por la mañana) se da por finiquitado a pesar de haber obtenido un 10% de audiencia y de constituir la única alternativa de calidad en la televisión matinal, se mantienen otros espacios como los mencionados de Marta Robles o de Alcalá Club.

Eso sí, Luis Mariñas ha logrado levantar un tanto el telediario estrella, el de la tarde noche, que German Yanke había dejado por los suelos por su revolucionario formato. Mientras tanto, los asesores de la presidenta Esperanza Aguirre consideran que no es el momento para renovar al director general, Manuel Soriano. Eso sí, esos asesores, así como los consejeros que representan al Partido Popular, consideran que lo de los socialistas es puro cinismo. En el PP recuerdan que el PSOE ha convertido a la sexóloga Lorena Berdún en el icono de la televisión pública y que los 6 millones de euros de desfase entre ingresos y gastos no tienen nada que ver con la deuda del ente público que supera los 600 millones de euros.

Lo que sí es cierto es que el PP prosigue con su idea de crear una red de televisiones autonómicas en aquellas comunidades que controla. Y el modelo a segur es el de Telemadrid.