Se ha iniciado una campaña publicitaria en los diversos medios de comunicación informando de que la FAD -Fundación de Ayuda contra la Drogadicción- ha cumplido 25 años bajo el eslogan; "25 años comprometidos con la sociedad".
De todos los eslóganes de las diversas campañas publicitarias de la FAD, éste es el que más me ha impactado: "Las drogas siempre pasan factura. Abre los ojos". Fue emitido dentro del Plan Nacional sobre Drogas, que tiene como finalidad esquivar el derroche de néctares intoxicados entre los jóvenes.
La Fundación de Ayuda contra la Drogadicción también divulgó una campaña bajo el lema, "Las drogas no sólo perjudican a quienes las consumen. Todo tiene un precio". Se busca concienciar a la sociedad sobre la presencia de los estupefacientes como un producto que lleva al despilfarro. La idea creativa de la acción descansa sobre la aseveración: "Lo más peligroso de las drogas es olvidarnos de lo que realmente son".
De entre todas campañas publicitarias, llevadas a cabo por la Fundación de Ayuda contra la Drogadicción -FAD-, destacaría "Engánchate a la vida".
Mientras que la FAD, presidida por la Reina, lucha por erradicar esta plaga mortal, el que antaño fuera el presidente del Gobierno, Felipe González, aseveró en México; "Considero que la solución podría pasar por una legalización del consumo de las drogas a nivel internacional".
Las drogas son el ataque más grave que sufre la sociedad actual. Un ataque cuyas consecuencias alcanzan a todos, pero son especialmente víctimas los jóvenes. Se emitió una campaña publicitaria destinada a los jóvenes, en edad escolar, avisándoles de los peligros de los estupefacientes, bajo el lema: "Drogas. ¿Te la vas a jugar?", la acción promocional apeló a la responsabilidad de los adolescentes y pretendía generar "una cultura de rechazo a las drogas".
Las drogas provocan la falta de memoria, problemas de concentración en el trabajo, depresión, paranoia, ataques de ansiedad y pánico; falta de concentración, problemas de sueño o infarto. Se está luchando por la vida, lo más importante que se puede hacer en el mundo. Una vida tiene un valor trascendental y nada, ni nadie, puede atentar contra ella. Y la droga es la muerte, la inmolación de muchos jóvenes ingenuos que piensan en un traslado al paraíso y acaban en un prolongado e insoportable infierno.
La droga llega directamente al cerebro. El estudio de la Oficina Nacional de Control de la Drogadicción de Washington, refrenda que las drogas pueden producir daños, como zozobra, melancolía, brotes psicóticos o tendencias al suicidio.
El vacío de Dios, ¿no lleva a la desesperanza? La desesperanza conduce a la deshumanización. El hombre sin Dios se deshumaniza y se hace enemigo hasta de sí mismo.
"He visto a los más grandes espíritus de mi generación, arrastrarse de madrugada por las calles, en busca de la droga urgente imperiosa", afirma Allen Ginsber.
Clemente Ferrer