Eso supone que hoy lunes, día 14, se termina el plazo para fusiones, por lo que todo el mundo está atento para no quedarse fuera del juego. ¿De qué juego? Del juego más estúpido que se ha inventado: el de la reforma financiera.

España vive pendiente de dos reformas: la laboral y la financiera. La laboral es necesaria, siempre que se haga bajo la fórmula de despido libre a cambio de salarios dignos y reducción de impuestos laborales.

Por el contrario, la reforma financiera, la más cara, no es necesaria y si lo fuera lo que habría que hacer sería dejar caer a los bancos y cajas en dificultades.

Da lo mismo: el poder ha vencido todas las resistencias y todas las cajas están dispuestas a fusionarse con alguien aunque nadie sepa por qué. Da lo mismo, el coste lo pagaremos entre todos.    

Y a todo esto, sigue pendiente la reforma más necesaria de toda: la reducción del Estado, de todo el Estado, especialmente de las comunidades autónomas, de las diputaciones y de los ayuntamientos. Pero no creo que esa reforma institucional, el adelgazamiento del sector público, tenga prioridad. Lo intuyo.

Y pese a los reformistas de urgencia, les deseo un día muy alegre. 

Eulogio López

eulogio@hispanidad.com