Alfredo Sáez defiende el anonimato de los bancos que soliciten ayuda al Ejecutivo

En Santander todavía no saben los detalles de las ayudas anunciadas por el Gobierno para la banca. Su consejero delegado no tenía problemas en admitir que recurrirán a los instrumentos que ofrece el Ejecutivo Zapatero en caso de que les resulte conveniente. Precisamente, hasta el momento estas medidas se han caracterizado por su indefinición, con ese objetivo típicamente zapateril de calmar al sistema transmitiendo optimismo. El caso es que la transparencia sobre cómo se va a utilizar el dinero público es lo último que se está considerando.

Por cierto que Alfredo Sáez defendía este martes el anonimato para los bancos que se acojan al plan del Gobierno. El primer ejecutivo del Santander prefiere que no se publiquen esos nombres por el efecto desestabilizador. Se trata -afirma Sáez- de medidas para dar estabilidad al sistema, por lo que su conocimiento por parte de la plebe (que pone el dinero, dicho sea de paso) tendría un efecto reputacional negativo. La banca es partidaria de que les pongan la pasta y les dejen en paz.

Sáez considera maniquea la afirmación de que, ya que todos los bancos presumen de liquidez, no es necesaria la ayuda del Gobierno en ese aspecto. El propio CEO del Santander reconoció este martes que hay poco crédito porque no hay demanda solvente y no por falta de liquidez. Ahora bien, defiende la aportación gubernamental porque el mercado interbancario está prácticamente cerrado y lo que hay que hacer es dar estabilidad en los plazos. Renovar esa estabilidad cada día sería estresante o, como dice el propio Sáez, superemocionante. De paso, Alfredo Sáez aprovechaba para recordar que en otros países se está dando esa estabilidad incluso con inyecciones de capital, algo que, parapetado en el consenso, Sáez ha criticado por alterar el entorno competitivo.

En cuanto a la presencia de España en el G-20, Alfredo Sáez ha evitado mediar en la polémica.