Desconoce que Estados Unidos será el primer país en reconocer el Gobierno nacido de las urnas del 29 de noviembre No es la primera vez que Moratinos hace lobby entre las cancillerías europeas para que se endurezca la posición común en relación a Honduras. Nadie le siguió en la retirada del embajador. Pero esta vez sí que le han seguido en la posición de cerrar las fronteras a los miembros del Gobierno Michelletti. La decisión se toma a las pocas horas de que la Comisión de Derechos Humanos negara la palabra y expulsara de la sala al representante diplomático de Honduras. La diplomacia se endurece y la situación se complica para el Gobierno hondureño. En paralelo, la UE ha decidido bloquear las ayudas a Honduras, salvo las ayudas al desarrollo.
Lo que no se entiende es por qué la UE y España no envían observadores internacionales para auditar el proceso electoral previsto para el próximo 29 de noviembre. Fuentes de Exteriores hondureñas, señalan además, que Estados Unidos será el primer país en reconocer los resultados nacidos de esas urnas. La institucionalidad hondureña se mantiene firme en los pasos dados y las elecciones habían sido convocadas en mayo por el depuesto Zelaya. Para salir del paso no hay otra fórmula que unas elecciones libres y limpias. Y los observadores deben de garantizar que el proceso del 29 de noviembre es limpio, abierto y democrático. A partir de ahí, el nuevo Gobierno estará limpió de sospechas golpistas y se podrá cerrar este paréntesis. Pero da la sensación de que España no quiere cerrar el paréntesis, sino colocar a Honduras en una situación imposible.
Lo que no se entiende es por qué la UE y España no envían observadores internacionales para auditar el proceso electoral previsto para el próximo 29 de noviembre. Fuentes de Exteriores hondureñas, señalan además, que Estados Unidos será el primer país en reconocer los resultados nacidos de esas urnas. La institucionalidad hondureña se mantiene firme en los pasos dados y las elecciones habían sido convocadas en mayo por el depuesto Zelaya. Para salir del paso no hay otra fórmula que unas elecciones libres y limpias. Y los observadores deben de garantizar que el proceso del 29 de noviembre es limpio, abierto y democrático. A partir de ahí, el nuevo Gobierno estará limpió de sospechas golpistas y se podrá cerrar este paréntesis. Pero da la sensación de que España no quiere cerrar el paréntesis, sino colocar a Honduras en una situación imposible.