El ministro Montilla ha descartado la posibilidad de una rebaja fiscal del automóvil, tal y como demanda el sector. El margen es más bien escaso, puesto que, como saben, el impuesto de matriculación es un impuesto transferido a las comunidades autónomas. No obstante, Montilla apuesta por otros elementos incentivadores, como el plan Renove o la mejora de infraestructuras, que permita abaratar los costes de transporte de los vehículos fabricados en España a los mercados europeos.

En cualquier caso, Montilla ha verbalizado el compromiso de la Administración para colaborar en la permanencia del sector, cuestión que considera amenazada a medio y largo plazo, debido a la globalización y la economía abierta. Es un sector que supone un porcentaje de PIB tan grande como el turismo y el Gobierno quiere apostar por su permanencia, añade.

Sea como fuere, Montilla destacó el excelente desempeño del sector en 2004, tanto en términos de fabricación como matriculaciones y exportaciones.