En la sátira de la BBC, Sí Ministro, de los años ochenta, cuando los funcionarios del número 10 de Dowing Street intentan doblarle el pulso al todopoderoso primer ministro británico utilizan un señuelo tan prosaico como eficaz: a cambio de que ceda en algunos proyectos políticos que no gustan a los funcionarios, están dispuestos a concederle una cocinera para él y su familia, algo legalmente no previsto en una residencia pública y oficial a un tiempo, como es el edificio que alberga a la familia del Primer Ministro de Su Majestad.
Con el ministro de Industria, José Montilla, y la Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones (CMT) está ocurriendo justo al revés: Montilla se empeñó en trasladar la sede de la CMT a Barcelona y esta decisión ha chocado con los intereses de consejeros y directivos. Los consejeros, incluidos los nombrados por el PSOE, se lo han dejado claro: que no espere apoyos si no dulcifica su decisión. Y lo ha hecho : salvo los bedeles, nadie se va a trasladar a vivir a Barcelona. De hecho, la capital catalana será la sede oficial, mientras que Madrid continuará siendo la sede operativa. Ya saben, como ocurre en el Banco Bilbao Vizcaya Argentaria (BBVA), con sede oficial y fiscal en Bilbao y sede social real en Madrid.España, Portugal y Marruecos organizarán el Mundial 2030: ¡Qué majadería!
12/12/24 07:04