El presidente del Grupo Mondragón, José María Aldecoa, participa en la mañana de este jueves en un acto organizado por la Confederación Empresarial Española de Economía Social (CEPES). Previamente había intervenido el presidente de CEPES, Juan Antonio Pedreño alabando las bondades de las empresas de economía social: las personas por encima del capital y un remedio a la deslocalización.
Pero hete aquí que cuando le llega el turno a Aldecoa señala que para salir de la crisis es necesario buscar mercados con crecimiento del consumo como Brasil, China, India o Rusia. Incluso llega a afirmar que para ganar la batalla de la competitividad hay que establecer alianzas estratégicas con socios locales para desplazar a esos países la producción. De hecho, un 15-16% de las 90.000 personas que forman la plantilla de Mondragón ya se encuentran fuera de España.
En una actividad industrial como la de Mondragón, el mecanismo de la devaluación era estupendo. Se metían 20 puntos de competitividad de manera automática. Ahora hay que buscarse la vida. Y Aldecoa no observa otra receta que la deslocalización.
Por otra parte, han llamado la atención las recetas para salir de la crisis. Por ejemplo, crear centrales de compras y buscar la optimización de los costes. Además de esto, moderación salarial y recorte del horario para evitar los despidos. Pero siempre al final porque según Aldecoa, un 1% de ahorro de costes equivale a un 3% de rebaja salarial. Si quieren copiar nuestro modelo de moderación salarial deberían de copiarlo todo: la contención de costes, la socialización de las pérdidas, pero también la socialización de los beneficios, señala.
Por otra parte, la movilidad interempresas. En el 2009 se han movido 600 empleados de unas empresas a otras. Eso es flexibilidad. Por último, negociación financiera. Renegociación de la deuda a largo plazo y solidaridad interempresarial. Es decir, a los préstamos de la solvente se direccionan a la no solvente mediante préstamos internos o avales. Todo un entramado complejo que sin embargo limita su riesgo por la buena gestión. El propio Aldecoa señala que no tiene problema en cerrar compañías sin viabilidad.