• Una vez aceptada, aunque sea a regañadientes y aunque resulta injusta, la teoría de que el imputado debe dimitir, Rajoy debería abandonar.
  • Y el precedente de Ana Mato, acusada por Pablo Ruz de "partícipe a título lucrativo", no presagia nada bueno.
  • Lo malo es que el calendario electoral coincide con el jurídico.
  • Por eso, toda la prensa, y sobre todo las teles, socialistas, han hecho causa común por la permanencia del juez Ruz en la Audiencia.
  • Eso sí, la obsesión de Pablo Ruz por hacerse con el mayor número de casos con trascendencia mediática le ha bloqueado más de lo debido.

Fue Hispanidad el primero en recordar que a Mariano Rajoy le importa muy poco el 'caso Gürtel', pues es casi imposible que ahí puedan pillarle en un renuncio. Lo que le importa, lo que le tiene obsesionado, son los 'papeles de Bárcenas'. Lo que teme Rajoy, lo que temen en el Gobierno y en el PP, es el 'caso Bárcenas', la financiación oculta del PP.  

Por eso, el PSOE y la prensa, y más aún las teles progresistas (aunque Mariano es todo un progre, que conste, sólo que progre de derechas), insisten en que el juez Pablo Ruz (en la imagen) continúe en comisión de servicios -va para cinco años- en la Audiencia Nacional.

Porque Gürtel difícilmente podría implicar la imputación de Mariano Rajoy, ni a título personal ni como presidente de un partido que se ha financiado irregularmente. Pero Bárcenas sí. Incluso ambas cosas: dádivas de empresas al PP, unidas a la acusación más dura de Bárcenas -y más improbable-: que Rajoy hubiera recibido parte de su retribuciones como presidente del PP en dinero negro. Esto es lo que persigue Ruz.

Particularmente, este miedo de Rajoy crece desde el cese de Ana Mato, a costa de la curiosa doctrina jurídica establecida por Ruz, según la cual, aunque no había pruebas para imputar a la ministra, ésta era partícipe 'a título lucrativo' de las aportaciones que la Gürtel hizo a su esposo, cuando era alcalde de Pozuelo. Algo así como: no te puede imputar a ti porque no has cometido ningún delito pero sí te has beneficiado del dinero obtenido por quien presuntamente lo cometió. Y como era tu esposo, tú no podías no beneficiarte de ello, porque para eso vivíais en el mismo piso. Así que tienes que dimitir.

A eso hay que añadir la segunda doctrina política al uso: la mera imputación por un juez significa que tienes que dimitir de tu cargo. Ahora bien, una imputación no es una condena; de hecho, puede ser el primer paso para una declaración de inocencia. Ahora bien, como por el curioso argumento de la 'higiene democrática' hemos consensuado que esto es así… pues sigue siendo así. 

Conclusión: el juez Pablo Ruz avanza hacia la imputación de Mariano Rajoy por el caso Bárcenas.

Encima la cosa coincide con el calendario electoral. En principio, elecciones generales en noviembre, previas municipales y autonómicas en mayo.

Total, otro juez que retomara el asunto en sustitución de Ruz se vería obligado a ralentizar el proceso o, sencillamente, no se acogería a la participación 'a título lucrativo' o reprocharía al PP una nueva Filesa que no supuso la caída de Felipe González, en cualquier caso, no una imputación personal de Rajoy. O para ser más claros: no estaría, como Ruz, en la órbita de Jueces para la Democracia.

En resumen, la progresía ha descubierto al juez Pablo Ruz en su estrella y ha hecho causa común para proteger a quien podría hacerle perder el poder a Rajoy... fuera de las urnas.

Eulogio López

eulogio@hispanidad.com