La Conferencia Episcopal española, a un paso de aplicar la doctrina USA en política: negarle la comunión a los políticos que atenten contra la vida o contra la familia. Algunos obispos ya solicitan que la Eucaristía de la Sagrada Familia se complete con otra convocatoria el 25 de marzo, Fiesta de la Anunciación, en favor de la vida. El futuro es de las familias numerosas
Cunde en España, y en toda Europa, la idea de que la civilización occidental, es decir, cristiana, desaparecerá por consunción en una sola generación, ante el derrumbamiento de la natalidad en toda Europa, que apenas alcanza la tasa de reposición. Pero, al mismo tiempo, también se va grabando en muchas conciencias la evidencia, que es lo más difícil de ver: el hecho de que el futuro es de las familias numerosas, por razones obvias. Los progres no tienen hijos y el homomonio no ayuda a aumentar la natalidad. Los únicos que tienen hijos son el tercer mundo y los matrimonios fieles a la doctrina cristiana, es decir, comprometidos para siempre y abiertos a la vida. Sí, el futuro de las familias numerosas por razones obvias.
Es más, en la Conferencia Episcopal española surge la idea de que el éxito de las anteriores convocatorias de la Eucaristía de la Sagrada familia, debería complementarse con otra convocatoria para el 25 de marzo, Festividad de la Anunciación, cada vez más conocida como Día del Niño por Nacer, nueve meses antes de Navidad. En ello estamos.
Con todo, el mayor morbo político de la convocatoria del cardenal Rouco para el domingo 27 consiste en que el carácter y los mensajes preparados puede evocar tanto al PP como al PSOE, si acaso más al primero que al segundo. La tibieza del PP, ejemplo de la derecha pagana que pulula en Europa.
Semanas atrás, el secretario de la Conferencia Episcopal, monseñor Martínez Camino, lanzó la andanada: no se puede dar la comunión a aquel político que está en pecado público. En otras palabras, se adoptaba la actitud de los obispos norteamericanos, que han negado la comunión a políticos católicos a la secretaria de Sanidad de Obama, Katheleen Sebelius, a John Kerry, Nancy Pelosi, al republicano Rudolph Giuliani, etc.
Por ahora, el planteamiento ha sido teórico, pero todos saben que actitudes como la del alcalde de Madrid, Gallardón, gran promesa del PP, que oficia gaymonios, o la del propio presidente popular. Se imaginan la influencia política de los obispos negándole la comunión al alcalde de Madrid, que blasona de católico, eso sí, progresista.
Eulogio López
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