- La firma niega que la rescisión del contrato tenga que ver con su estado.
- Sin embargo, la protagonista asegura que es la razón fundamental.
- Y que informó 24 horas antes de que se formalizara el despido.
- En cualquier caso, llaman la atención las razones que alega la empresa.
- Todo lo anterior no quita la política espléndida que sigue la empresa con sus empleadas: alarga un mes más la baja maternal y, además, la paga.
Los hechos han sucedido en uno de los supermercados que la firma tiene en la Comunidad de Madrid. El lunes 12 de marzo por la mañana, E.B. se enteró de que estaba embarazada. Por la tarde fue a trabajar a Mercadona, a la sección de charcutería, tal y como le habían encomendado semanas antes. Según cuenta fue a informar a la responsable del centro, pero ese día no estaba, con lo que se lo dijo al cargo inmediatamente inferior.
El martes E.B. fue nuevamente a trabajar, pero la encargada, que sí estaba ese día, le hizo entrega de la carta que le comunicaba que estaba despedida. Ante las preguntas de E.B. la responsable del centro respondía que no sabía nada del asunto.
Las razones que Mercadona cita en la carta de despido llaman la atención. La compañía alega, entre otras cosas, que E.B. no llevaba el gorro y el delantal, obligatorio en la sección de charcutería -ella dice que cuando se lo dijeron no los llevaba porque no se los habían facilitado todavía-, o que respondió mal al encargado cuando le llamó la atención porque no estaban bien colocados los quesos y sus precios. Ella afirma que lo único que dijo es que eso le podía pasar a cualquiera.
El hecho narrado no quita la política espléndida que sigue Mercadona con todos sus empleados y, concretamente, con sus empleadas, y que hemos alabado en numerosas ocasiones, y que se concreta en conceder un mes más de baja maternal, pagado por la empresa.
Pablo Ferrer
pablo@hispanidad.com