Sr. Director:

Pienso que hay muchas razones, todas objetivas, por las que España debe estar presente, el próximo día 15, en la "Cumbre" de Washington.

Considero no es lógico prescindir de un país avalado por los datos macroeconómicos y por el protagonismo internacional de nuestras empresas y entidades financieras.

Y es que más allá de cualquier criterio partidista, es deseable que el presidente del Gobierno participe en la "cumbre", y hacia este objetivo deben orientarse los esfuerzos institucionales y diplomáticos en los próximos días. Otra cosa muy distinta es la responsabilidad que incumbe a D. José Luís Rodríguez Zapatero por los graves errores cometidos en política exterior desde antes del comienzo de su mandato:

El desprecio a la bandera, el desapego hacia EE.UU., el desprecio hacia el G-8 y otros foros relevantes, la peregrina ocurrencia sobre la alianza de civilizaciones, el apoyo a dictadores de segunda fila, culpar directamente a los EE.UU. de la crisis financiera, etc. pasan ahora factura a un dirigente que mendiga prestada una silla, porque no ha sabido consolidar la posición que corresponde a España en el mundo.

Se le pueden aplicar las palabras que a Boabdil el Chico le dedicó su madre cuando marchaba de Granada y que no repetiremos, no sea que alguna miembra las tache de machistas.

Pedro J. Piqueras Ibáñez

pjpiqueras@gmail.com