Lo del Ebro es un trasvase como una catedral. Energía nuclear: no tiene sentido no producir energía nuclear y comprársela a los franceses, dijo en referencia a la interconexión. Y más: a los argelinos les damos el control del gas que importamos y no pasa nada. Artur Mas lanzó en Madrid la más dura diatriba escuchada en la capital contra la política de Zapatero en materia de agua y energía
El líder de Convergencia señalaba este martes los dos principales debates que afectan a Cataluña en materia de infraestructuras: el del agua y el de la energía. Para Artur Mas, ambos se están abordando con improvisación y con miedo escénico. Mas, que participaba en el Foro Europa Press, consideró un sinsentido no querer conectarse con Francia para traer agua y sí para traer energía.
Artur Mas se refirió también con claridad meridiana al aporte temporal de agua del Ebro aprobado por el Gobierno: Esto es un trasvase como una catedral. Lo que ocurre es que los antitrasvasistas de antaño se han convertido en trasvasistas pero no quieren que sea dicho porque son gente muy puritana. A pesar de no estar muy satisfecho, Artur Mas no pierde el humor: Somos limitados, gente que no tenemos muchas luces pero cuando vemos una tubería de 62 kilómetros, de metro y medio de diámetro que conecta dos cuencas distintas, decimos ¡Puñeta, esto puede ser un trasvase!. Además, al líder de CiU no le ha gustado que se apunte el coste de la obra a la deuda reconocida por el Estatut en materia de inversión en infraestructuras.
Relacionando en todo momento agua y energía, Artur Mas criticó que la excusa que se ha puesto siempre para no hacer trasvase del Ródano es la de dejar el grifo del agua en manos de los franceses: Resulta que a los árabes les dejamos el control del grifo del petróleo y a los argelinos les damos el control del gas que importamos y no pasa nada. O sí, no sé. La coletilla al estilo Rajoy es una crítica a Zapatero y a su ministro de Industria, Joan Clos, por permitir que casi la mitad del gas esté en manos de los argelinos que, en agradecimiento, suben unilateralmente el precio del producto y lo comercializan directamente en España. Todo ello perjudicando a Gas Natural, una empresa catalana a la que la pinza franco-argelina se ha propuesto echar.
Por último, Mas consideró una hipocresía no querer ni hablar de nucleares y conectarse energéticamente con Francia, que produce una gran parte de su energía en centrales nucleares que, igual que el Ródano están a 200 kilómetros de Cataluña. Por si no hubiera quedado claro, el líder nacionalista puso de manifiesto un último sinsentido: les vamos a pedir (a los franceses) que como somos gente que no queremos hablar en serio de la energía, nos vamos a conectar con la red de alta tensión, que va a chupar de las centrales nucleares francesas. Entre el agua y la energía, Artur Mas dio un importante repaso al Gobierno a la política de Zapatero en estas materias, probablemente el más duro que se haya escuchado hasta el momento en la Capital.