La serie Bienvenidos al Lolita, que emite Antena 3, ha logrado una audiencia de 3.551.000 espectadores y un 17,5% de cuota de pantalla de acuerdo con el ranking que ha publicado el semanario "Teleprograma" del 20 al 26 de enero.

La grotesca y vulgar serie de Globomedia para Antena 3 muestra la confrontación, en tono de bufona comedia, de dos mundos radicalmente diferentes: el de los nuevos socios de un viejo y corrupto cabaret, tradicionales y conservadores, en un mundo liberal, moderno y desinhibido. Y una confrontación representada entre Don José Luis (Luis Varela), el empresario, y Dolores -en la imagen- (Beatriz Carvajal), la dueña del local.

Una serie que además de las escenas provocativas, habituales en este tipo de eventos, contiene sexo explícito, vocabulario zafio y soez, travestis, desengaños, odios, traiciones e intento de suicidio. Una auténtica bazofia que lleva al espectador a una sensación agria.

A partir de esta realidad, la corrosiva y degradante serie erige "el hogar más original y extravagante de la ficción española", a través de la extraña convivencia de gente variopinta, de todas las edades, que cuando al anochecer, abren las puertas al público y llenan la sala salta la alegría de animal irracional, música, bailes provocativos y la sátira.

Cuando la situación se torna económicamente insostenible para el Lolita Cabaret, cerrado hace siete meses, el inesperado interés por el local de un inversor de provincias y su ñoño sobrino hacen renacer nuevas esperanzas. Sin embargo, pronto descubren que el objetivo de los recién llegados no es reflotar el cabaret, sino vender el edificio y cerrar la sala definitivamente.

Éste es el punto de partida de la desdichada serie Bienvenidos al Lolita. Comedia costumbrista que narra la vida de unos supervivientes con fuertes lazos afectivos, conflictos personales y cuentas pendientes.

Un grupo que, por encima de las rencillas y envidias, está irremediablemente unida por su deseo de volver a recuperar las noches de esplendor del cabaret. Un grupo que sabe ver el lado bueno de las cosas y ponerle una sonrisa a los malos tiempos que les ha tocado vivir.

Clemente Ferrer

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