El comentarista religioso de la COPE denunciaba el hecho de que Aguirre le haya otorgado a Federico Jiménez una emisora en Madrid y se la haya negado a la COPE. Es lo que ha provocado el despido del locutor, que ahora envía emisarios al cardenal Rouco para que cambie de opinión
No importa que la popular Esperanza Aguirre financie con dinero público más del 20% de los abortos que se perpetran en Madrid. Eso no le impide acudir a Roma a acompañar a los jóvenes que recibían en la capital italiana, el pasado domingo, la cruz de los australianos, enorme cruz que presidirá la próxima Jornada Mundial de la Juventud, que se celebrará en la capital de España en 2011.
Y allí ocurrieron los hechos. Sólo Popular TV la cadena televisiva de COPE, transmitía la peregrinación juvenil a la Ciudad Eterna, con Paloma Gómez Borrero y el sacerdote Manuel María Bru como comentaristas. Cuando la periodista identificó a la política popular, Manuel María Bru no dudó en afirmar, ante el asombro de la audiencia: Más le valdría a algunas ser más coherentes y apoyar a los medios de comunicación social de la Iglesia.
Se refería el padre Bru a que Aguirre ha concedido una emisora en Madrid a los periodistas Federico Jiménez y Pedro J, Ramírez, en un concurso al que también acudía la cadena COPE, para quien trabajan ambos. Especialmente el primero, que cobra 1,8 millones de euros de la cadena. Es esa decisión de la política del PP la que ha provocado que Jiménez salga del programa estrella de las mañanas lo que, a su vez, ha provocado una de sus habituales reacciones: suplicar a Rouco que le mantenga en el trabajo mientras golpea a otro obispo, monseñor Cañizares, a quien considera responsable de la decisión de Rouco. Eso sí, por el momento, no cede su emisora a la propia COPE.
Por cierto, Miguel Ángel Rodríguez, tertuliano de la COPE que no del programa de Losantos- aclara muchas cosas sobre el locutor cesado en su blog.