Manuel Manrique, sucesor de Luis del Rivero en Sacyr, tiene clara la hoja de ruta pero necesita tiempo. La idea es vender una parte del paquete de Repsol (20%) a un fondo soberano árabe o a un fondo de inversión o de capital riesgo, nunca a una petrolera directamente competidora. Aun así, el Gobierno, el del PSOE o el del PP, podría poner pegas si se opta por un fondo soberano del Pérsico: recuerden cómo empezó Cepsa y dónde acabó.
Ahí la novedad estriba en que los bancos exigen a Sacyr refinanciar la mitad del crédito, cuyo principal se eleva a 4.900 millones de euros. Hasta ahora se conformaban con que Sacyr vendiera repsoles por valor de 1.450 millones de euros, pero ahora la cifra se eleva hasta 2.500 millones. En otras palabras: que Manrique se verá obligado a vender, no ya entre un 5 y un 7% de la petrolera, sino un 10%. A ello, Manrique ha respondido con una petición de prórroga, por seis meses, porque vender rápido es vender mal. La respuesta del sindicato bancario que lidera el Santander aún se desconoce.
En el entretanto, genio y figura hasta la sepultura. Luis del Rivero pretende nombrar como su representante en el Consejo a Ángel López-Corona, precisamente el hombre cuya salida provocó la de Luis del Rivero. López-Corona representaba oficialmente a las cajas de ahorros presentes en el capital (14,5% de SyV) pero en realidad defendía los intereses de su amigo Del Rivero. Ahora vuelve al hogar pero ya oficialmente como dominical del anterior presidente. Sólo se habrá perdido un par de sesiones.
Eulogio López
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