Como consejera de Economía de la Junta de Chaves, la comecuras Maleni fue quien persiguió con más saña a Cajasur, por su origen eclesial.
No se preocupa de ocultarlo. La polémica ministra de Fomento del Gobierno Zapatero, Magdalena Álvarez, asegura que se va del Ejecutivo y se vuelve a Andalucía, en la próxima e inevitable remodelación que afronta ZP.
También asegura que se vuelve con Andalucía y, como no es ningún secreto que Manuel Chaves no la quiere en su Ejecutivo, ha pedido la Presidencia de Unicaja como primer paso para presidir su gran suelo: todas las cajas de ahorros de Andalucía unificadas bajo la entidad puntera, Unicaja.
Y ahí empiezan los problemas, porque el presidente de Unicaja, otra pieza importante en el socialismo andaluz, no está por la labor de ceder su cargo ni su primogenitura en el siempre aplazado, pero nunca abandonado, proyecto de fusión de todas las cajas de ahorros andaluzas.
Por cierto, que Maleni fue en su época de consejera de Economía de la Junta, la principal perseguidora de Cajasur, la única entidad de ahorro dependiente de la Iglesia, del arzobispado de Córdoba. Maleni siempre ha presumido de comecuras e incluso llegó a montar una estructura de auditoría paralela en Cajasur.
