Defiende su posición como personal aunque sugiere que es compartida por el ministro de Industria, José Montilla. Aboga por la nuclear por precio, eficiencia y estabilidad geopolítica. Critica la utilización política de los petrodólares por Hugo Chávez y hace un llamamiento a la creación del estado palestino para evitar las tensiones con los países árabes
Se puede decir más alto, pero no más claro. No existe alternativa a la energía nuclear si queremos garantizar el abastecimiento. Más allá de la buena relación entre productores y consumidores del petróleo, y de la apuesta en las limitadas energías alternativas, no sólo debemos de conservar los actuales reactores, sino que debemos de apostar por más nuclear. Este es el discurso transparente de la ex comisaria Europea de Energía, Loyola de Palacio.
La pregunta no es nucleares si o no, sino cuál es la alternativa, señalaba en la mañana de este miércoles la ex comisaria. En su opinión no basta con la eficiencia energética o la apuesta en renovables e hidrógeno. Esa tierra prometida se nos puede convertir en un desierto. Así que la única alternativa es la nuclear. Aunque reconoce que existen problemas de almacenamiento, señala que sus problemas son controlables y controlados y apuesta por controles internacionales.
La tesis es clara: ha terminado la era de la energía barata. Por una parte, China e India van a seguir tensionando el mercado. Si China consumiera energía como la OCDE, el consumo mundial sería un 40% superior. Por otra parte, si Europa quiere cumplir con sus compromisos de Kyoto debe de apostar por nuclear. El incremento de consumo energético chino en el 2002 reduce a nada los esfuerzos medioambientales de la UE. Y finalmente, la ley de los rendimientos decrecientes también se aplica a los combustibles fósiles: cada vez es más caro obtener un barril de petróleo. En los años 60 era necesario consumir un barril para extraer 50, hoy esa relación es 1 a 5.
La alternativa de las energías renovables es muy limitada. En primer lugar porque cuando hace mucho frío normalmente no hay sol; y cuando hace mucho calor, no hay viento. Eso significa que hay que duplicar la infraestructura energética para poder garantizar el suministro. Además, la solar cuesta 10 veces más que la tradicional y ni el consumidor está dispuesto a pagarlo, ni puede hacerlo ni nuestras economías pueden permitirse subvencionarlo. Conclusión: nucleares, sí, por favor.
¿Apoya el PP esta propuesta? De Palacio defiende que se trata de una postura personal y que la posición de su partido es buscar un consenso con el PSOE porque las infraestructuras necesarias deben de durar mucho tiempo. Añade además que altas instancias del PSOE, no Zapatero, pero altas instancias (o sea, Montilla) están convencidos de esto mismo, saben que no hay otro remedio pero no se atreven a decirlo.
Loyola de Palacio defendía estas tesis en el Foro de la Nueva Economía donde asistió también el profesor Velarde Fuertes que apuntó además la ventaja de la ausencia de volatilidad de los costes en la energía nuclear. Lo que la gente no sabe es que el déficit tarifario vendrá al cobro en los próximos años, añade la ex comisaria de Energía, que añadió una ventaja más: eliminación de los riesgos geopolíticos, pero no con el fundamentalismo islámico matiza al Foro de la Energía Nuclear- sino con la utilización política del petrodólar que está realizando el presidente venezolano Hugo Chávez.
Por el contrario, Argelia es un país víctima del fundamentalismo que ha llegado a degollar literalmente a poblaciones enteras. En su opinión, hay una úlcera que no ayuda a solventar las relaciones con los países árabes: Oriente Próximo. Naciones Unidas dijo que debería de haber dos estados y hay uno, eso está marcando problemas y dando pretextos, concluye Loyola de Palacio.