Sr. Director:
El Observatorio de Precios de los alimentos, adscrito al Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, una de las misiones que tiene es la de elaborar propuestas de actuación de las Administraciones competentes tendentes a mantener la necesaria estabilidad en un marco de desarrollo abierto a la competencia y equilibrio en los precios de los alimentos. Ignoro si la Coselleria de Agricultura, Ramaderia y Pesca de la Generalitat tiene algún departamento similar pero lo que queda claro es que en el Observatorio solo observan, por lo que el nombre esta muy bien aplicado, y solo observan porque por poner unos ejemplos, según datos del propio ministerio (Semana 30, del 24 al 30 de julio de 2006):
Un consumidor cualquiera paga 1,33 euros por un simple kilo de limones. Su coste de origen es de 0,04 euros, el encarecimiento es del 3.225%. O lo que es lo mismo : el precio de destino es 33 veces superior al de origel; el jurel sufre un alza del 519%; la caballa, del 792% y la ternera, del 266%.
En algo tan necesario e imprescindible para los ciudadanos como es la alimentación se reconocen unos márgenes entre origen y destino que dejan pequeños a los de la usura, son superlativamente abusivos e inadmisibles, que perjudican gravemente la economía familiar procurando un beneficio abusivo e inadmisible a intermediarios y mayoristas.
¿Por qué ningún gobierno, del signo que sea o haya sido, no ha puesto freno y regulado esta inadmisible barbaridad?
Juan Manuel Riera Casany
juanmanuelriera@terra.es