En nuestra edición de este jueves informábamos de que los PGE sólo contemplan unas inversiones para Cataluña cercanas al 14%, lejos del 18,8% que corresponde a la participación de Cataluña en la economía nacional tal y como se contempla en nuevo Estatut. A pregunta de hispanidad.com, la vicepresidenta responde que además, del capítulo 6, existe el capítulo 7 y 8, las carreteras y el bono alemán. Es el conjunto el que debe de interpretarse como infraestructuras, el todo compone el concepto, señala visiblemente nerviosa.
Por supuesto hemos cumplido nuestro compromiso y hemos respetado la Ley, señala De la Vega. En realidad no es exacto. El Gobierno no ha dotado los fondos en infraestructuras con los que soñaban los catalanes. Los catalanes tampoco tienen proyectos como para destinar fondos y el gobierno no está dispuesto a levantar peajes, tal y como señalaba el Estatut en caso de que no hubiera proyectos suficientes para alcanzar el 18,8%.
Así que lo que Ocaña ha preparado es un quiero y no puedo con capacidad de ser reversible. Si no hace falta el apoyo catalán, el asunto quedará como está y Cataluña quedará financieramente más o menos igual que antes de la aprobación del Estatut. Si el consenso de CiU y de ERC se hace imprescindible, entonces el gobierno sacará un conejo de su chistera y se sacará fondos adicionales para contentar sus expectativas hasta llegar donde sea necesario en la negociación Trilerismo político, se llama.