La Conferencia Episcopal pide a la Justicia que sea independiente
Los obispos venezolanos vuelven a resultar incómodos al presidente Hugo Chávez. A pesar de haberse inventado una iglesia nacional venezolana, al estilo chino, el caudillo bolivariano no ha conseguido que la Conferencia Episcopal continúe denunciando la situación en el país.
A través de una exhortación pastoral, los prelados venezolanos ponen de manifiesto los grandes problemas que deberían ocupar al Gobierno: "La injusticia, la corrupción, la impunidad, de la inseguridad generalizada, que se manifiesta en el irrespeto a la vida desde sus comienzos; el influjo perverso del tráfico y consumo de estupefacientes; el relajamiento de las costumbres, hasta llegar a la corrupción de los niños, adolescentes y jóvenes en sitios de esparcimiento y planteles educativos; la trata de seres humanos, con fines de prostitución y de explotación". Los obispos abordan el problema del acceso a la educación y no dudan en llamar la atención sobre el tenso clima político que se vive de cara a las próximas elecciones. El documento destaca la necesidad de la separación de poderes y la independencia del Poder Judicial.