Francia está dispuesta a privatizar un paquete de aproximadamente un 10% de su operadora de bandera, France Télécom (FT). Esa cantidad podría reportarle 4.500 millones de euros, que no deja de ser la mitad que concediera a FT para salvarle de una quiebra casi segura.
No está mal esto de subvencionar a una empresa para luego poder venderla más cara. Por supuesto, el Gobierno francés continuaría siendo el accionista de control de France Télécom.
Sin embargo, los franceses no quieren ni oír hablar de privatizar o liberalizar su sector energético, especialmente la joya de la corona Eléctricité de France (EdF). Se opusieron a Loyola de Palacio siendo vicepresidenta y comisaria de Energía de la Comisión Europea y ahora se siguen negando con idéntico entusiasmo. De esta forma, la liberalización más importante que la UE tiene pendiente se mantiene en el alero. No hay que olvidar que EdF es la gran potencia nuclear europea.