El recorte de gastos ha sido una de las estrategias puestas en marcha por las empresas para hacer frente a la crisis. Las jarras de agua del grifo han sustituido a las clásicas botellas en sus presentaciones, sus directivos ya no vuelan en primera y, siempre que es posible, se sustituyen los viajes por videoconferencias. En este sentido también los eventos corporativos han experimentado un importante retroceso, tal y como lo indica un estudio del Grupo Eventoplus.
Las conclusiones son claras: eventos más sencillos, más orientados al contacto directo y menos a la puesta en escena o al lujo, mayor exigencia de las empresas en cuanto a impacto del evento, procesos de compras más duros. Este año 2010 el mercado no está para frivolidades.
Si 2009 fue un año complicado, los responsables de eventos en empresas no prevén una mejora en 2010: la media ponderada de sus respuestas apunta a una reducción del 5% de sus presupuestos en 2010. De hecho, el 50% opina que los eventos que han cancelado en 2009 no se harán en 2010 tampoco.