Los empresarios de energía verde también se revuelven ahora contra su ministro favorito: Miguel Sebastián. Y es que mientras Rubalcaba suspira por el viento y el sol, Sebastián recorta ayudas. Mientras, los financiadores amenazan con una cascada de demandas contra el Gobierno español
Más de un analista se sorprendió al escuchar el pasado jueves a José Manuel Entrecanales, presidente de Acciona y máximo accionista, junto a su hermano Juan, un ataque directo al Gobierno español actual pero, sobre todo, al venidero, es decir, al Partido Popular. Empezando por el final, Entrecanales advirtió que si se reducen las subvenciones oficiales a las energías renovables -eólica y solar, principalmente- Acciona dejará de invertir en España y buscará fortuna en el extranjero.
La amenaza era clara, aunque naturalmente, que todos hemos sido educados en colegio de pago, el empresario, uno de los más próximos a Zapatero, con quien le unía una relación tan íntima como interesada, planteó su advertencia con la siguiente hoja de ruta: "El ratio entre rentabilidad y riesgo debe ser atractivo". Y como resulta que la energía ecológica sobre todo la fotovoltaica y la termosolar sólo es rentable gracias al dinero público, el "ratio" significa esto: si me reduces las primas me voy de España.
Con ello quedaba clara la intención, no sólo de Acciona, sino de las otras grandes empresas que cobran subvenciones a gran escala por energía verde: la Abengoa de los Benjumea y el ACS de Florentino Pérez y cada vez más, de los March).
Esto ocurría un día antes de que el ministro de Energía, el saliente Miguel Sebastián, el mismo que fue obligado por Zapatero a pergeñar el plan más generoso del mundo, en apoyo de la energía solar, aprobara, viernes 11, un curioso decreto sobre renovables. Es el mismo ministro que no cuenta nada para Rubalcaba, el mismo que ahora plantea el reto de llegar a 2020 con el 20% de energía nuclear, es más, con el 20,8%. Pero hombre, ministro, si gracias a su chorro de subvenciones públicas ya hemos llegado al objetivo europeo, con nueve años de adelanto.
Y todo ello mientras Rubalcaba, transido de emoción, asegura en los mítines electorales que los socialistas están enamorados del "agua y el sol" mientras la derecha lo está de la radioactividad, en alusión a la energía nuclear.
Pero, con todo, los subvencionados, no se fían. Saben que el PP estará obligado a reducir la sangría de subvenciones a la energía verde, con la que ZP ha financiado su propaganda verde. Por eso, los millonarios de las energías alternativas advierten al nuevo gobierno, se supone que presidido por Mariano Rajoy.
Al mismo tiempo, los fondos que financian la energía solar amenazan con una cascada de demandas contra el Gobierno español si se atreve a tocar las primas, que ya fueron tocadas, aunque levemente, por un Sebastián que sabe que es una locura mantener las subvenciones en su actual nivel. Es decir, un nivel que podría alcanzar, así está previsto, los 15.000 millones de euros anuales hasta 2020. Total: 150.000 millones. Eso no hay país que lo resista y mucho menos España.
Miriam Prat
miriam@hispanidad.com