La reforma sanitaria puede convertirse en el primer fracaso de la era Obama. Ni la CNN, siempre con Obama, lo tiene claro

El debate sobre la reforma sanitaria que plantea Barack Obama en Estados Unidos está generando un gran enfrentamiento entre los partidarios y los detractores de la citada reforma, llegando incluso al enfrentamiento físico.

En el seno de los partidos mayoritarios estadounidenses se está tratando el debate de una manera diferente. El Partido Republicano, ha dejado bien clara su firme oposición al plan debido a sus elevados costes. Por su parte, el Partido Demócrata en casi su totalidad- se ha puesto de parte de su presidente y ha apoyado la reforma. Ahora bien, dentro de los demócratas, existe un gran temor ante el proyecto porque, si no sale adelante, la figura de Obama podría verse afectada y perder su imagen de líder imparable, y el partido de JFK podría perder su fama de eficiencia, lo cuál le podría generar grandes problemas de cara a la elecciones de 2010, en las que se renueva el Congreso en su totalidad, además de numerosos puestos en el Senado.

Por tanto, vemos que los demócratas temen que la reforma sanitaria de Obama se estrelle al igual que la reforma que intentaron los Clinton en 1994. Recordemos que el fracaso de esta reforma hizo que el electorado demócrata más liberal castigara a su partido y se abstuviera en las elecciones del mismo año, lo que provocó que los demócratas perdieran gran parte de su mayoría en las dos cámaras. No es fácil crear un sistema sanitario público.

Ahora bien, ¿se repetirá la historia y Obama perderá su fama de líder infalible o conseguirá llevar a cabo su reforma y quedará para la posteridad como el presidente que cuidó de la salud de todos los americanos?

Gabriel López

gabriel@hispanidad.com