Al igual que Antonioni hizo en su ópera prima, Diario de un amor robado (1950), el turco Nuri Bilge Ceylan, narra una historia de amor que atraviesa dificultades. Pero la manera de abordar este asunto, tanto en forma como en fondo está totalmente trasnochada.

Isa, un profesor de arqueología interpretado por el propio Nuri Bilge Ceylan, pasa sus vacaciones en la costa mediterránea con Bahar, empleada en una cadena de televisión especializada en telenovelas. La relación no pasa por un buen momento y deciden romperla. Pero, años más tarde, Isa se arrepiente de su decisión e intenta salvar el amor de antaño.

Galardonada con el Premio Fipresci (el premio de la Crítica) en el Festival de Cannes de 2006, Los climas, al igual que la película de Antonioni, gira alrededor de la incomunicación y la dificultad de establecer relaciones estables y duraderas. Pero estos problemas son narrados de manera parsimoniosa, sin apenas ritmo, protagonizados por unos personajes que no resultan nada atractivos por su vacuidad tanto en comportamiento como en actitudes y con una cámara que enfoca (o desenfoca) detalles insignificantes.

De tal forma que Los climas transmite e involucra muy poco al espectador porque provoca una cierta desazón contemplar unos personajes que continuamente se miran a su propio ombligo. Aunque algunos, bien pensados, opinarán que es un buen reflejo del mundo actual.

Se estrenó el pasado 29 de julio

Para: Los que se crean que hacer buen cine conlleva aburrir al espectador.