De paso, con el heredero al Trono, Felipe de Borbón y Grecia, la Monarquía española se integra de pleno en el Nuevo Orden Mundial (NOM). Durante la entrega de los Premios Príncipe de Asturias, don Felipe abogó por el subsidio antes que por el salario, es decir, vendió la estrategia del PSOE para perpetuarse en el poder. Estos galardones ya ni disimulan su respaldo a la ideología NOM, con mayor descaro aún que los Nobel. La galardonada OMS se han convertido en uno de los baluartes anti-población de Naciones Unidas

El discurso de SAR don Felipe de Borbón y Grecia, heredero al Trono de España, el pasado viernes 23, durante el acto de entrega de los Premios Príncipes de Asturias, supuso un apoyo directo a la política del Gobierno socialista y a Rodríguez Zapatero. El príncipe abogó por la misma política económica que enarbola ZP para perpetuarse en el poder: subsidios públicos, que no empleos públicos, para los parados. El heredero al Trono aprovechó su discurso más importante del año, el de la entrega de los galardones, para recordar, junto al presidente  socialista asturiano, Vicente Álvarez Areces, la necesaria protección social que precisan los desempleados en tiempos de crisis. Idénticas palabras a las que pronuncia ZP en sus mítines dominicales: somos el país con más parados de toda Europa y en el que más rápido crece el desempleo pero, eso sí, repartimos más subsidios cada día, no como la derecha. En resumen, el heredero al trono ha elegido el punto de vista del PSOE, aunque cabe sospechar que el parado honrado quiere un salario, no un subsidio.

Con razón, un día después, sábado 24, Pepiño Blanco, el ideólogo de ZP, aludía al discurso del heredero y lo identificaba con la política del Gobierno, mientras Rajoy, también el sábado, se veía obligado a decir que el problema para solucionar el paro es el Gobierno. ¡Qué otra cosa podía decir tras la principesca andanada!

Es la segunda vez que la Casa Real muestra sus simpatías por el Gobierno socialista frente al derechista PP. Con Aznar, la Zarzuela nunca se entendió. La anterior, más descarada aunque más superficial, la protagonizó el propio monarca, cuando rompió una neutralidad institucional mantenida desde 1975, durante toda la democracia, al lanzarse a un ditirambo sobre las cualidades del presidente del Gobierno. Lo nunca visto.

Podemos concluir que la amistad entre los matrimonios Zapatero-Espinosa y Borbón-Ortíz no necesita ocultarse. El heredero al Trono, comparte, además, el laicismo rabioso de Zapatero. El hijo de Su Católica Majestad dejó bien claro desde su matrimonio con Doña Letizia Ortíz que no quería un cura en sus actos. La cosa empezó, como es sabido, cuando se negó a inaugurar los laboratorios de investigación de la Universidad de Navarra si, tal y como estaba previsto, acudía a bendecirlos el entonces obispo de Pamplona, Fernando Sebastián. Con ello rompió, no sólo una tradición de siglos, sino el ideario de la Universidad de Navarra, que no es otro que el católico, en tanto que obra corporativa del Opus Dei. Pero era muy duro para el centro de Pamplona negarse a separar ambos actos, por lo que solicitó al obispo que acudiera un día antes.

Por lo demás, don Felipe de Borbón ha desarrollado toda una ideología

eco-panteísta, el mismo credo que contempla al ser humano como un depredador de la naturaleza, el enemigo del medio ambiente y el único junto a la rata, imagino, y otros elementos poco gratos a la vista y al tacto- cuya multiplicación debe evitarse a toda costa.

El discurso, además, fue pronunciado en el solemne acto de entrega de los Premios Príncipe de Asturias, que se han convertido en otro de los instrumentos del Nuevo Orden Mundial (NOM), esa mezcla de anticlericalismo, capitalismo y ecologismo, que se ha convertido en el discurso cultural imperante. Si en Noruega le otorgan el Nobel de la Paz a un presidente, cabeza visible del NOM, que sólo lleva meses en la Casa Blanca, en Oviedo se va más allá. El aroma de los premiados exhala un cóctel en el que don Felipe de Borbón se siente a sus anchas y entre los premiados nunca falta el toque NOM, en este caso representado por el rector de la Universidad Autónoma de México, José Ramón Narro y, sobre todo, por Margaret Chan, directora de la Organización Mundial de la salud (OMS), uno de los baluartes antipoblación de Naciones Unidas y del NOM, obsesionados con la salud reproductiva, es decir, con obligar a todos los países del mundo a legalizar y promover el aborto, la contracepción y la esterilización. Para llegar a la cúpula de la OMS hay que ser una defensora entusiasta de la salud reproductiva, y lady Chan lo es.

Pero el aborto es mucho más que el aborto, implica toda una filosofía de vida o contra la vida-. Durante la entrega del premio en el teatro Campoamor de Oviedo, a Chan se le escapó esta joya: La salud es la esencia misma de nuestra humanidad común. Un cristiano hubiera dicho que la esencia del hombre es su filiación divina, un humanista hubiera seguro que es la libertad, un agnóstico podría haber apostado por la racionalidad pero la señora Chan, al igual que el heredero al Trono de España, considera que lo más importante, la esencia común, es disfrutar de una buena salud. Bueno, y los subsidios, añadiría el heredero al Trono.

Sí la Zarzuela se ha echado en manos del PSOE. Ante la caída de popularidad, la Casa Real, se siente más protegida.

Eulogio López

eulogio@hispanidad.com