• Argentina busca a contrarreloj un acuerdo que satisfaga a los 'fondos buitre'.
  • El plazo para el pago finaliza  antes de la medianoche del miércoles 30 de julio. La delegación argentina intenta que los fondos accedan pedirle al juez más tiempo para negociar, lo que se conoce como stay.
  • Tener más tiempo permitiría a Argentina trasladar al año que viene el pago del dinero reclamado, unos 1.300 millones de dólares más intereses, y encontrar una forma de satisfacer a los fondos que han demandado al país por la cláusula RUFO.
  • La cláusula RUFO obliga a pagar a todos los bonistas lo mismo si hay una mejora posterior a los canjes de 2005 y 2010.
  • Por eso, los fondos buitre o 'holdouts', es decir, sus acreedores, exigen cobrar en su totalidad la deuda impagada y no aceptan una quita del 65,6%.
  • The Wall Street Journal critica con dureza al Gobierno de Cristina Fernández: "Hace falta valor para acusar de corruptos a los tribunales estadounidenses viniendo de un país que pisotea a su antojo el derecho de la propiedad; recuérdese la toma por parte de Argentina de los activos de Repsol en el país".
El ministro de Economía de Argentina, Axel Kicillof (en la imagen), se reunió el martes en Nueva York -informa La Nación- con el mediador estadounidense Daniel Pollack, designado por el juez federal Thomas Griesa para negociar el pago a los que el gobierno argentino llama "fondos buitres" y evitar así el default -quiebra- del país.

La negociación se produce tan sólo unas horas antes de que finalice el plazo para el pago, que debe ocurrir antes de la medianoche del miércoles 30 de julio.

La delegación argentina intenta que los fondos, denominados también "holdouts" por haberse negado a entrar en el plan de reestructuración de la deuda externa acordado con el resto de acreedores, accedan pedirle al juez más tiempo para negociar, lo que se conoce como stay, informa BBC

Tener más tiempo permitiría a Argentina trasladar al año que viene el pago del dinero reclamado, unos 1.300 millones de dólares más intereses, y encontrar una forma de satisfacer a los fondos que han demandado al país sudamericano.

Esto le permitiría negociar sin disparar unas cláusulas que obligarían a abonar también a los tenedores de deuda que sí se acogieron al plan de reestructuración tras el default de 2001.

Y es que Argentina ha argumentado en reiteradas ocasiones que la cláusula RUFO (Right Upon Future Offers) no le permite llegar a un acuerdo con los holdouts. Porque la cláusula RUFO -que vence en enero de 2015- obliga a pagar a todos los bonistas lo mismo si hay una mejora posterior a los canjes de 2005 y 2010. Por eso, los fondos buitre o 'holdouts', es decir, sus acreedores, exigen cobrar en su totalidad la deuda impagada y no aceptan una quita del 65,6%.

Por eso, el ministro de Economía, Axel Kicillof, busca "que el juez Griesa reponga el stay y de tiempo para encontrar una solución que evité a la Argentina una ola de demandas derivadas de la cláusula RUFO", dice Clarín.

Mientras tanto, la Asociación de Bancos Argentinos (ADEBA), que aglutina a las entidades privadas del país, acordó poner a disposición de los "holdouts" una suma de 250 millones de dólares, que servirían como muestra de voluntad de pago y para facilitar la llegada del stay o medida cautelar por parte del juez.

A todo esto, a The Wall Street Journal le parece inadmisible la acusación del jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, de parcialidad en la justicia de Estados Unidos. "Hace falta valor para acusar de corruptos a los tribunales estadounidenses viniendo de un país que pisotea a su antojo el derecho de la propiedad. Recuérdese la toma por parte de Argentina de los activos de Repsol en el país", traduce Clarín.

"Argentina hizo todo el recorrido de recursos de apelación que permite el sistema legal estadounidense hasta llegar a la Corte Suprema. Incluso tuvo el apoyo del Gobierno de Obama, créase o no, contra acreedores estadounidenses", publicó el diario.

"En vez de negociar un acuerdo con sus acreedores tras los recientes fallos adversos en los tribunales estadounidenses, Argentina está bailando con la posibilidad de otro default y ensuciando la imagen del sistema legal estadounidense".

"El Gobierno de la presidenta Cristina Kirchner se ha pasado un mes armando una extraordinaria campaña de relaciones públicas para vilipendiar a los holdouts, al juez Griesa y a los tribunales estadounidenses". Según The Wall Street Journal, fue con la intención de preparar el terreno para llegar a un default y culpar a los "malvados gringos del norte".

José Ángel Gutiérrez
joseangel@hispanidad.com