El TS acepta la doctrina del Constitucional sobre prescripción del delito de Urbanor
Una vez más la forma se impone al fondo en materia jurídica: el Supremo condenó en su día a Alberto Cortina y Alberto Alcocer por estafar a sus socios, Julio Sentieri y Julio Sanmartín y les condenó a pagar 3.500 millones de pesetas. Sin embargo, el Constitucional se acogió a que el delito había prescrito y ahora el Supremo acepta esta doctrina. En definitiva, los albertos son culpables del delito de estafa, pero no son condenados porque había prescrito.