Si hablásemos de televisión, Lobezno inmortal sería un spin off, es decir una secuela en la que el protagonista proviene de una serie de ficción anterior, en este caso de la saga cinematográfica X- MEN, que tiene en Lobezno uno de sus mutantes con más gancho.
Lobezno inmortal comienza en Nagasaki el 9 de agosto de 1945, cuando Lobezno/Logan (encerrado en un pozo en un campo de prisioneros) salva su vida y la de uno de los soldados japoneses de los devastadores efectos de la Bomba atómica. De ahí la acción salta a la actualidad: Logan, aislado del mundo para intentar no hacer daño a sus semejantes, es requerido por su antiguo amigo oriental. Este, en su lecho de muerte, le pide que proteja a Mariko, su nieta y heredera del impresionante imperio que ha fundado, amenazada por los Yakuzas, la mafía japonesa
A pesar del carisma que posee este héroe mutante de la Marvel, Lobezno inmortal se resiente del excesivo número de historias gráficas trasladadas a la gran pantalla. Nadie puede negar el magnífico y arrollador arranque de esta cinta, ni destacar el esfuerzo por incorporar al relato el misterio que encierran para los occidentales las costumbres niponas pero, a partir de ahí, todo el desarrollo de esta película, donde prima la acción, resulta algo cansino y provoca una gran sensación de "déjà vu"
Para: Los que vean todas las historias de la Marvel trasladadas al cine y sigan sin aburrirse