- No les gustó su informe sobre las preferentes de la entidad.
- Le acusan de injurias y calumnias.
- Hasta ahora se había creído que un analista emitía conclusiones sobre los datos públicos que ofrecía la entidad.
- Y cada cual podía hacer caso o despreciarlas.
Pablo Fernández es analista del IESE (master económicos de la Universidad de Navarra). Realizó un informe sobre las preferentes de Liberbank, que preside Manuel Menéndez (en la imagen). Por lo general, bancos y empresas se dirigen a los analistas cuando no les agradan sus conclusiones y tratan de convencerle para que cambie de opinión. Las grandes empresas, además, convocan al mayor número de analistas posibles. Saben que, desde que se inventó Internet, no hay 'enemigo pequeño'.
Pero en este caso no. Liberbank decidió enviar a Pablo Fernández un requerimiento notarial, claramente amenazante para que se desdiga de lo dicho o se atenga a las consecuencias. Una nueva etapa que algunos analistas consideran como 'matonismo empresarial'.
Pero como todo paso adelante de estas proporciones -más que un paso una carrera de velocidad- tiene su parte positiva: los analistas empiezan a sufrir las mismas presiones que los periodistas. Malo.
Eulogio López
eulogio@hispanidad.com