Este miércoles el Pleno del Congreso aprobó la enmienda a la Ley de Economía Sostenible, que suprime la limitación política de la vida útil de las centrales nucleares. Tras ser aceptadas las enmiendas de CiU y PNV, las centrales solo estarán sometidas a los criterios de seguridad, en lugar de los cuarenta años fijados hasta ahora.
El Foro Nuclear aplaudió la medida y recordó la importancia de la energía nuclear, cuya potencia total instalada es de 7.796 MW y que representa cerca de la quinta parte de la producción total de electricidad en España.
No obstante, este podría ser solo el primer paso para seguir el camino alemán. Zapatero se ha mostrado firmemente anclado en su ideal de un mundo movido por un mundo sin nucleares. No hay una razón lógica, aparte de que ZP está convencido de que la nuclear es mala. Pero no es posible asegurar el suministro si se cierran las nucleares. Además, las arcas están vacías y ninguna fuente de ingresos debe ser menospreciada.
Así que el siguiente escalón podría ser un impuesto para las nucleares. Ya lo hizo Angela Merkel, pese al amago de motín de las eléctricas, que finalmente tuvieron que pasar por el aro y que pagarán unos 30.000 millones de euros anuales. Las compañías españolas tendrían aún más motivos para rebelarse, dado el precio del Kilowatio y el impuesto que pagan a Enresa por la gestión de los residuos nucleares, pero ya hemos dicho que la finalidad es recaudatoria.
Mariano Tomás
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