Lean, lean, la apasionante nota de la Agencia Veritas, recién nacida, pero que promete mucho (www.agenciaveritas.com). Dice así: 

"El Centro UNESCO Madrid y la Plataforma para el Diálogo Interreligioso organizan el próximo viernes 30 de enero un Encuentro Interreligioso, «Las religiones ante la Paz», al que no han sido invitados los representantes oficiales de la Iglesia Católica en España.

En el encuentro, según los organizadores, han sido convocados «distintos representantes de las tradiciones religiosas de la Comunidad de Madrid, junto a otros miembros de la sociedad civil».

Según ha informado a Veritas, Jesús de las Heras, director de la Oficina de Información de la Conferencia Episcopal Española (CEE), a pesar de que en el resto de religiones y confesiones religiosas se ha llamado a participar a sus representantes, «los responsables de este foro nunca se han dirigido a la Conferencia ni para informar de su celebración ni para solicitar ningún representante oficial de la Iglesia católica».

En el encuentro de Madrid, que pretende, según sus organizadores, «llevar la voz de Madrid al Parlamento de las Religiones del Mundo que se celebrará en Barcelona dentro del Fórum de las Culturas», aparecen como ponentes de la mesa más importante el teólogo y secretario de la Asociación de Teólogos y Teólogas Juan XXIII, Juan José Tamayo; el presidente de la Unión de Comunidades Islámicas, Riay Tatari; el representante de las Comunidades Budistas de España, Antonio Mínguez; y el rabino Baruj Garzón.

Entre las mesas de diálogo, en las que habrá ocho representantes de varias religiones y confesiones cristianas, figura por la Iglesia Católica la teóloga feminista Margarita Pintos.

Está también prevista la presencia del Delegado de Asuntos Religiosos del Ministerio de Justicia, Alberto de la Hera, y del Secretario General de la Comisión Española de la UNESCO, Tomás Solís.

Una nota de la Conferencia Episcopal Española de enero de 2003, con ocasión de la publicación del libro de Juan José Tamayo «Dios y Jesús», afirmaba que la Asociación de Teólogos Juan XXIII, de la que es secretario, no tiene aprobación canónica y por tanto «no es una asociación de la Iglesia católica». A esta misma asociación pertenece Margarita Pintos.

Y como el destino es muy puñetero, el mismo día en que la ONU, con encomiable apoyo español, ningunea a la Iglesia y convierte a Tamayo en el portavoz de la Iglesia Católica (que tiene bemoles la copla), la Agencia Zenit, que recoge la información de Veritas, publica, en la misma edición, más signos del preocupante ataque, cada vez más habituales, contra centros católicos en medio mundo. Así, otra iglesia católica ha sido atacada en Sri Lanka, mientras se prohíbe a los cristianos rezar en público.

¿Qué no tiene nada que ver estos dos sucesos con la grosería de la UNESCO? Lo tienen que ver todo. La tortura más refinada con la que puede castigarse a la Iglesia es el silencio. Ya saben, por aquello de no poder predicar la buena nueva. Las catacumbas son peores que la cruz, además de más civilizadas. Luego, cuando las conciencias estén lo suficientemente narcotizadas respecto al derecho humano a la libertad religiosa, se pasaría a lo que llamaríamos la acción directa: leña al mono, al cristiano, hasta que hable inglés.

No nos engañemos, las dos fuerzas emergentes en el siglo XXI son la Iglesia y la ONU, y ambas parecen encaminarse a un enfrentamiento de grandes proporciones. La Iglesia no lo quiere, porque sabe que si Naciones Unidas no existiera habría que inventarla. Pero lo que no puede es tragar con esta ONU, con la de ahora mismo, en su concreción institucional, empeñada en crear la religión universal, justamente la suya. Fenómenos como el Consejo Mundial de las Iglesias, la Carta de la Tierra, la reforma ONU que predica Kofi Annan, o el mismo Fórum de las Culturas que va a celebrarse en Barcelona, son exponente de esa religión universal, con su tufillo masónico, con su hedor "new age", que trata de igualar a todas las religiones para cargarse a una sola: Roma. Sabe perfectamente que las otras caerán por sí solas. (Por cierto, ¿cuándo va a condenar Kofi Annan los ataques a la libertad religiosa? ¿Cuando saqueen una mezquita?

Aunque, bien pensado, la verdad es que eso sale ganando la Iglesia. No me digan, un foro interreligioso, con Tamayo como estrella, puede ser el mayor pestiño que vieron los siglos. Como para abrirse las venas, oiga usted. 

Eulogio López